En la primera jornada de su gestión al frente del nuevo Ministerio de Hacienda -escindido de Finanzas- Nicolás Dujovne tiene una alta visibilidad mediática gracias a cinco entrevistas que le otorgó a diarios nacionales. Se definió en temas cruciales: bajar el déficit fiscal, eliminar impuestos distorsivos y mejorar el gasto en infraestructura son sus prioridades
Nicolás Dujovne definió los principales ejes de su gestión al frente del Ministerio de Hacienda, en diálogo con medios gráficos y también radiales, donde señaló que sus prioridades son “bajar el déficit fiscal, eliminar impuestos distorsivos y mejorar el gasto en infraestructura”, mientras que “la creación de empleo, la reactivación de la industria y la mejora del poder adquisitivo" son desde su perspectiva un subproducto subordinado al cumplimiento de esas metas.
Confiado en la capacidad del ministro de Finanzas, Luis Caputo, para colocar deuda, Dujovne sostiene que “no tenemos problemas de financiamiento que nos lleven a pedirle al FMI”.
"Negar que hubo un costo para el bolsillo del consumidor y en materia de empleo sería necio pero se sentaron las bases para que la economía pueda crecer”, afirma Dujovne.
"Vamos a priorizar el gasto en obra pública y eso nos genera necesidad de ser más cuidadosos en otras áreas de la administración. Tenemos que ser más eficientes en el gasto”, consideró el economista, quien asegura que la mejora del resultado fiscal y la minimización de la intervención estatal son claves para bajar la inflación e impulsar la inversión privada.
"Lo que se hizo el año pasado fue muy importante. Es el camino a la normalización de la economía. Salimos del “cepo”, las prohibiciones a exportar, salimos del default. Fue un año difícil donde hubo que pagar costos. Los reconocemos pero sentaron las bases para que la economía argentina pueda crecer. Hubo que pagar costos de corto plazo en pos de los beneficios de mediano y largo plazo. Negar que existan costos para el bolsillo del consumidor y en materia de empleo seria necio" indica.
El flamante ministro del área económica reconoce que la devalauación del inicio de la gestión macrista se trasladó a precios: "En 2017 el consumo no va a tener los dos vientos de frente que experimentó el año pasado, al menos no en la misma proporción. En 2016, el consumo estuvo muy afectado por el traspaso a precios de la unificación cambiaria y la suba de precios de productos regulados (devaluación y aumento de tarifas). La inflación está en 19,6 por ciento anualizada. Vamos a tener una mejora del salario real que se va a manifestar en el consumo y el empleo en el sector privado formal. Entre agosto y octubre se crearon 36 mil puestos de trabajo después de que hubo una destrucción importante".
Respecto al desempleo reconoce: "Cuando se mira en términos interanuales todo es negativo. Nuestra evaluación es que noviembre y diciembre fueron mejores que los meses precedentes".
Sobre el comercio exterior señaló: "Argentina es uno de los 10 países del mundo que menos importa en el mundo. Importamos muy poco. Para poder exportar más la economía necesita importar más. Veníamos de una economía donde estaba prohibido importar. Es lógico que en la canasta de consumo de la Argentina pesen un poco más las importaciones. Pero además si nos preocupa la inflación y queremos más competencia, bueno, es lógico que la competencia importada también nos ayude en la batalla antiinflacionaria".
Sobre la posibilidad de volver a pedirle fondos al FMI, aclara: "Una cosa son mis columnas y otra es la cuestión operativa. Hoy empezamos. Considero que Argentina tiene costos muy altos para el trabajo, cargas muy elevadas. En lo que respecta al FMI, volvimos a ser socios del club pero sus recomendaciones no son vinculantes. No tenemos problemas de financiamiento que nos lleven a pedirle al Fondo. Tenemos la tasa de interés más baja de la historia. Va a seguir bajando la sobretasa a niveles parecidos a nuestros vecinos".
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